lunes, 18 de junio de 2012

Tu sonrisa

Y justo entonces, llegó a rozar la calma, cada vez que lo hace, cada vez que sonríe, no se cómo ni de que forma, ni la razón por la que reacciono así, pero basta estar en la peor situación para que llegue y te la convierta en una de las mejores. Y podría perderme en sus ojos, en cada gesto, en cada estupidez, que sale por su boca, en la forma en que rechista, o en la forma en que se excusa... en cada detalle, en cada abrazo, en cada beso, en cada por qué, o en uno de los bonitos "te quiero" que me dice. Tal vez tenga la virtud de hacerlo, de hacer cambiar un estado de ánimo a otro completamente diferente, teniendo en cuenta su presencia, y sin motivo alguno, o simplemente por el tiempo, o por la confianza adquirida a lo largo de los meses. Y seguiré riendo, llorando, encontrando excusas fáciles, o mis más propias confusiones, pero sin lugar a duda, siempre habrá una única forma de calmarme y sentirme bien, y eso me baste... y solo es cada vez que lo hace, cada vez que sonríe.

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